La calle Clarín fue renombrada durante la República como de Concha Robles, en honor de la actriz que nacida en esta calle, murió asesinada mientras actuaba en el Teatro Cervantes, en el Paseo de Almería. En el número 14 de esta calle, Concepción Robles Pérez nació el 17 de octubre de 1887, aunque con tan sólo 12 años su familia se traslada a Madrid. Seguramente influida por su padre -compositor, guitarrista y tramoyista de teatro- Conchita pronto quiere ser actriz y se mueve por los círculos intelectuales de la capital. En el año 1912, con 25 años entra a formar parte de la renombrada compañía de Maria Guerrero, la de mayor prestigio de España.
Después de una ascendente carrera donde la categoría de los papeles que interpreta Conchita Robles no deja de crecer, cambia finalmente de compañía y pasa a ocupar el papel de primera actriz. No tardará en ser una estrella.
Tras un breve noviazgo, se casa en Granada con Carlos Berdugo, viudo comandante de caballería que la presiona para que se retire del teatro. Conchita acepta ser un ama de casa, pero el carácter iracundo, celoso y violento del marido, junto a no tener hijos que cuidar y a sus ansias de volver a teatro, la lleva a solicitar el divorcio civil. Conchita se marcha a Madrid viviendo en la casa de sus padres, y estrena con éxito en el Teatro Eslava, como primera actriz de la Compañía Tudela y Monteagudo, la obra del autor libertario Alfonso Vidal y Planas “Santa Isabel de Ceres”.
Durante la gira con esta obra, la noche del 21 de enero de 1922 la representa en el teatro Cervantes de Almería, que había sido inaugurado un año antes. Hacia el final de la función, su exmarido, sórdido, rabioso, sádico y colérico de celos, utiliza su arma reglamentaria como militar y le dispara varias veces cayendo Conchita Robles herida de muerte en el escenario. Tan destacada fue su interpretación durante toda la obra, que el público enfervorecido de entusiasmo, y creyendo que era parte de la dramaturgia, se puso en pie, aplaudiendo enloquecido. Al poco, la recuestan sobre un sofá, donde agoniza a pesar de los esfuerzos de varios médicos presentes, sus heridas en el tórax y cuello no tienen remedio. Su asesino, Carlos Berdugo intentó allí mismo suicidarse pero solo se hirió perdiendo un ojo. Conchita Robles tenía 35 años.
Se caracterizó por su belleza, elegancia y una exquisita voz, alejada de las estridencias de la época. El día del sepelio toda Almería se echó a la calle para rendir homenaje de admiración, respeto y tristeza a su insigne actriz, tan maltratada por el destino y el machismo más reaccionario. El asesino fue juzgado y condenado a cadena perpetua.
Escrito por Ricardo Rodríguez (marzo 2019)
Referencia:
http://historiamujeres.es/vidas/robles_concha.html